A no ponerse celosos los representantes de tantas otras profesiones y oficios que no voy a nombrar, porque no es mi intención ofender a nadie. Simplemente quiero destacar el valor que para mí tienen ciertas cosas y ciertos servicios.
En esta categoría tenemos al COCINERO, una persona que prepara alimentos para que otros coman y vivan, así de simple, así de noble. También alguien que se ocupa de que el acto de ingerir sustancias necesarias para sustentar la vida sea un momento especial, una obra de arte efímera y personal. Un acto de amor. Un poeta del sabor y del aroma.
Otro: ARQUITECTO, CONSTRUCTOR: alguien que se dedica a diseñar y construir refugios para la vida. Alguien que tiene el don de poder hacer del mero acto de vivir, una experiencia sensorial y el placer de existir. O bien simplemente es la capacidad que tiene alguien de “armar” para otro un sitio adecuado y sustentable para su cobijo y resguardo. Un salva vidas.
Ejemplo 3: PANADERO. Ya sé que está dentro de la categoría “cocinero” pero es sin duda alguna, una especialidad. Tiene tanto valor en la psiquis de un pueblo el pan… Representa la base de la alimentación y también significa “alimento”. Jesucristo dijo de sí mismo que era pan de vida, o sea… el hijo de Dios se equiparaba a un simple pan, y que ese pan tiene la capacidad de dar vida. ¡¡¡Simplemente GUAU!!! Panadero sería en este contexto “dador de vida”.
Algo tienen en común estas profesiones u oficios y es que sustentan la vida en sus elementos más básicos. La nobleza radica en que estos seres DAN de su capacidad intelectual y material para otros, dan de sí mismos y reproducen vida.
Mis respetos. ¡Chapó!
(continuará)
El huevo de Neustad.
Hace 11 años