Título simplemente descriptivo. Lugar común. O no. Hoy viernes santo fuimos de paseo por el Delta del Tigre. Fue una experiencia sumamente interesante. Linda. Sin planificarlo demasiado, mi pareja y yo fuimos a dar una vuelta por el Delta y a conocer a unas personas, una argentina que vive en Alemania, un colombiano y un belga. Estos últimos también pareja.
En resumen lo pasamos super bien. De pronto nos tratábamos como si nos conociéramos de toda la vida. Rarísimo y al mismo tiempo tan natural.
Otra cosa "rara" (o no). Luego de que nos dejó la lancha colectiva, anduvimos caminando por la orilla de una isla, hacia un restaurant, pasando por las entradas de las casas del lugar. En muchas casas las familias almorzaban y nosotros, a 3 metros caminando y charlando. Lo habitual fue que mientras pasábamos la gente del lugar nos saludaba como si nos conociera. "Hola, ¿que tal? ¡Buenos días!" También hubo un "Buen provecho" y un "Gracias"...
Otra cosa que me sorprendió esta tarde. Hoy oí esta frase: "... porque lo más difícil del mundo es 'Aceptar lo que es'". A propósito de una consulta y reflexión sobre la problemática de una madre con una hija con una leve discapacidad mental (en este punto quisiera aclarar algo... una leve discapacidad mental es un cable que hace corto en algún lado y que TODOS tenemos, ¿ok?). En definitiva algunas cosas se me escaparon sin embargo algo "olisquié". Aclaro que la autora de la frase es una terapeuta especializada en Constelaciones. Ella diría algo así como que "... el problema no es de la nena sino que tal situación de la nena (¡sea una discapacidad o sea un don! digo yo) sea vivida como un problema". En definitiva, la aceptación o no de esa situación - aunque la misma no tenga un rótulo - es la que nos lleva a sufrirla o simplemente vivirla como algo más."
En definitiva también, (digo yo) todo lo que sucede son condiciones, porque cada cosa es efecto de otra y causa de una tercera. Esto es una ley hermética. Toda causa produce un efecto y todo efecto es producto de una causa (aunque sea desconocida).
Casi no saqué fotos. Disfruté plenamente de las vistas desde la lancha, algunas de ellas hermosas, increíbles visiones, simples, elegantes, naturales, bellísimas... El otoño se luce en el delta, con sus colores verde intensos, rojos, amarillos, verde oscuros, violetas, naranjas, fucsias, azules, y más... toda la paleta de colores estaba representada. Un lugar extraordinario y tan cercano... Honestamente lo recomiendo como una terapia shock de naturaleza y vida. Te llena de vida, de prana.
Hoy volví lleno de vida.
Finalmente nos despedimos como amigos en la estación de trenes de Tigre. Agradezco haberme atrevido a abrirme y a receptar a un otro desconocido.
El huevo de Neustad.
Hace 11 años